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El desperdicio alimentario es uno de los grandes retos del siglo XXI. Cada año, millones de toneladas de alimentos perfectamente consumibles terminan en la basura. En España, tres jóvenes inventores  Pilar Granado, Pablo Sosa y Luis Chimeno  encontraron una solución innovadora: etiquetas inteligentes biodegradables que indican, en tiempo real, si un alimento se está deteriorando. Su invento ganó el Premio del Público de Jóvenes Inventores 2025, otorgado por la Oficina Europea de Patentes.

Cómo funcionan estas etiquetas

Estas etiquetas detectan cambios químicos y biológicos en los alimentos:
Cambian de color según la presencia de bacterias o gases que indican descomposición.
Son biodegradables y respetuosas con el medio ambiente.
Permiten a consumidores y distribuidores tomar decisiones más inteligentes y seguras sobre el consumo de alimentos.
Gracias a este invento, un simple adhesivo se convierte en una herramienta poderosa para reducir el desperdicio y proteger la salud de los consumidores.

Por qué esta innovación es importante

Reducción del desperdicio: ayuda a que menos alimentos se pierdan innecesariamente.
Seguridad alimentaria: aporta información clara sobre la frescura y el estado del producto.
Sostenibilidad: utiliza materiales ecológicos y promueve un consumo responsable.
España, que ha experimentado un aumento notable en el registro de patentes en la última década, demuestra con este tipo de inventos que sus innovadores no solo generan ideas, sino soluciones prácticas con impacto real.

Un futuro más inteligente y sostenible

Estas etiquetas podrían convertirse en un estándar para los envases de alimentos, beneficiando tanto a productores como a consumidores. Además, abren la puerta a nuevas innovaciones sostenibles que combinan tecnología, creatividad y responsabilidad ambiental.