Inventor: Prominic S.L
Invento:
Botella transformable en copa consistente en una botella que, teniendo un diseño especial en cuanto a su aspecto externo por razones de identidad de marca, tiene la particularidad de poder transformarse en una copa para que el usuario pueda beber el propio contenido de la botella. Fabricada preferentemente en material de vidrio, está dotada de un tapón especial con su precinto. Por su parte inferior tiene una pieza acampanada que aloja en su interior otra pieza que, una vez retirada y acoplada en el tapón de la botella hará las funciones de base o pie de la copa. Para asegurar su integridad y estanqueidad, dispone asimismo de un precinto en la base en forma de corona circular.
Los antecedentes en el campo del diseño y fabricación de botellas son muy numerosos pues la necesidad de contar con envases o recipientes para las necesidades normales de la vida es tan antigua como la vida misma. Considerando que el agua, la leche y el vino son elementos que prácticamente han estado presentes desde que el hombre existe, no es difícil imaginar la inmensa cantidad y tipos de recipientes que han sido fabricados para contener, transportar y manipular estos líquidos. En cualquier museo se puede disfrutar viendo toda clase de vasijas, cuencos, tinajas conservados a lo largo de los siglos.
En los tiempos modernos y centrándonos ya en la cultura del vino es también sobradamente conocido el gran desarrollo registrado tanto en el proceso de fabricación de las botellas como en su propio diseño pues hasta cierto punto las marcas son identificadas por el gran público en función de la forma de la botella o, incluso por ilustraciones existentes en sus etiquetas que con frecuencia se encargan a dibujantes o artistas de reconocido prestigio.
Y centrándonos concretamente en la invención que nos ocupa, que, además del aspecto del diseño, entra en el de la multifuncionalidad, también existen diversos antecedentes de características peculiares que se han ido añadiendo a las botellas de uso ordinario. A título de ejemplo podemos citar las botellas plegables, las botellas apilables y los numerosísimos sistemas anti-goteo, control de caudal o de anti-rrelleno que forman parte de accesorios de las botellas.
Pues bien, la presente invención añade un matiz más a todo lo existente en el mercado pues no se conoce, hasta el momento, ninguna solución que permita que la propia botella, con su función básica de recipiente, se pueda convertir en copa para el consumo cómodo, limpio y agradable del líquido que contiene. Se trata por tanto de una solución novedosa que presenta un atractivo especial en estos tiempos en que el gran público reclama ciertas comodidades añadidas en los usos y costumbres cotidianos.
La presente invención, tal como ha quedado expuesto en la introducción, se refiere a un nuevo tipo de botella cuya característica principal es que se puede transformar en una copa para que el consumidor pueda beber el líquido que contiene la propia botella. En principio se ha pensado para la comercialización de vino pero puede destinarse a cualquier otra bebida.
La botella transformable que nos ocupa consta del cuerpo básico que constituye el recipiente, al que el inventor ha pensado darle un aspecto externo especial, para mayor atractivo comercial. Este cuerpo básico que en la exposición y venta al público se asienta sobre su base como una botella ordinaria, tiene su parte inferior redondeada para dar volumen y está acabado por el cuello clásico que estiliza la parte superior de la botella y se remata por un tapón especial dotado de precinto, como es habitual.
Al eliminar el precinto, queda al descubierto una zona del tapón que, en nuestro caso, no enrasa con el cuello de la botella, sino que está previsto así para poder acoplar la pieza que constituirá la base de sustentación de la copa cuando la botella transformable haga esas funciones.
Es evidente que si se quiere utilizar la botella como tal, será suficiente con extraer el tapón y servir el líquido como con cualquier otra botella.
Veamos ahora los elementos existentes en la parte inferior. En primer lugar hay un precinto metálico o de cualquier otro material suficientemente resistente que, asegurando el conjunto de piezas, confiere la necesaria estanqueidad. Una vez retirado dicho precinto, se liberan dos piezas: una de ellas es un soporte que convenientemente posicionado y acoplado a la parte saliente del tapón antes citado, constituirá la base del cuerpo de la botella en su utilización como copa; la otra pieza es un protector preferentemente de plástico que, en su posición montada y ajustada, garantiza la estanqueidad de la botella/copa y, además proporciona alojamiento a la pieza de base citada en primer lugar.
Según la descripción de elementos que acabamos de exponer, el proceso para transformar la botella en copa es el siguiente:
1.- Se toma la botella que estará apoyada sobre su base.
2.- Se retira el precinto del tapón.
3.- Se invierte la botella y sujetándola convenientemente se retira el precinto inferior.
4.- Se toma la pieza de base y se acopla a la parte sobresaliente del tapón.
5.- Se retira la pieza acampanada.
6.- Apoyada sobre la base extraíble, la botella ha quedado convertida en copa con su líquido ya servido y dispuesto a ser consumido.
Conviene hacer notar que el nivel del líquido en la copa (en nuestro caso, vino) es el adecuado, según las normas de la buena mesa, pues la pieza acampanada citada en la descripción resta el volumen justo para conseguir el nivel correcto una vez invertida la botella, que en su posición normal se presenta aparentemente llena.