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Un equipo multidisciplinario de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en colaboración con científicos del Hospital General de Massachusetts y expertos en biotecnología de Suiza, ha presentado una innovación sorprendente: un hilo dental inteligente capaz de detectar biomarcadores de estrés en la saliva.

El dispositivo, que ha sido desarrollado durante más de tres años de investigación, representa un avance inédito en el campo de la salud bucal y la monitorización no invasiva del estado emocional. A simple vista, parece un hilo dental común, pero en su interior contiene tecnología de sensores bioquímicos que permiten identificar variaciones hormonales relacionadas con el estrés, como el cortisol, directamente en la boca.

Este hilo dental está recubierto con una capa ultrafina de sensores nanoestructurados que interactúan con la saliva al entrar en contacto con las encías y los dientes. Durante el proceso de limpieza, el hilo capta muestras microscópicas de fluido bucal y mide en tiempo real los niveles de cortisol, una hormona clave vinculada a la respuesta del organismo frente al estrés.

“El gran desafío era mantener la estructura y funcionalidad del hilo, pero integrando la capacidad de análisis químico a nivel molecular”, explica la doctora Emily Rosenfeld, bioingeniera del MIT y coautora del proyecto. “Conseguimos un equilibrio perfecto entre resistencia mecánica, flexibilidad y sensibilidad bioquímica.”

Los datos recogidos pueden ser visualizados mediante una app móvil vinculada por Bluetooth a un pequeño lector reutilizable al que se conecta el hilo después de su uso. Este lector interpreta los resultados y muestra en pantalla un análisis detallado del nivel de estrés, recomendando incluso acciones como ejercicios de respiración, pausas activas o consultar con un profesional, en caso de niveles elevados y sostenidos.

La elección de la saliva como medio de detección no es casual. La saliva contiene múltiples biomarcadores de salud —desde niveles hormonales hasta indicios de infecciones— y se considera una herramienta prometedora para la medicina del futuro. A diferencia de la sangre, no requiere agujas, no causa dolor y puede ser recolectada fácilmente en casa.

“El cortisol en saliva refleja con bastante precisión el nivel de estrés biológico real del cuerpo”, afirma el doctor Maximilien Girard, endocrinólogo suizo vinculado al estudio. “Además, al utilizar un método tan cotidiano como el hilo dental, convertimos una rutina de higiene en una oportunidad diaria para cuidar también el bienestar mental.”

La invención tiene múltiples aplicaciones prácticas, tanto a nivel personal como clínico:

• Seguimiento de la salud mental en personas con ansiedad o trastornos de estrés crónico.
• Control en deportistas de élite, para evitar fatiga mental que afecte el rendimiento.
• Monitoreo en ejecutivos y trabajadores expuestos a alta presión laboral.
• Evaluación del impacto del estrés en enfermedades cardiovasculares, inmunológicas o digestivas.

Además, puede ser especialmente útil en adolescentes, estudiantes universitarios y personas mayores, segmentos de la población donde los niveles de estrés suelen estar infradiagnosticados o mal gestionados.

Los ensayos clínicos en humanos comenzaron a principios de 2024 con un grupo de más de 200 voluntarios, con resultados prometedores. En más del 90% de los casos, los datos del hilo dental coincidieron con los análisis tradicionales de cortisol realizados en laboratorios.

La startup suiza NeuroThread, que colabora en la iniciativa, planea lanzar el producto al mercado en versiones desechables y ecológicas para finales de 2025, con una suscripción mensual que incluiría lector, hilos inteligentes y acceso a la app.

El producto, bautizado provisionalmente como CalmFloss, podría revolucionar el concepto de salud bucal y emocional como parte integral de la rutina diaria.

En una época marcada por el aumento del estrés crónico y la necesidad de herramientas de autocuidado más accesibles, el hilo dental inteligente representa una convergencia perfecta entre tecnología, salud y prevención.