Inventor: Ramón Segundo Bernabeu
Invento:
Protege del efecto invernadero y de la nieve.
El presente invento consiste en un parasol exterior al vehículo par evitar que los rayos solares entren dentro del mismo produciendo la absorción de calor de los plásticos internos y su disipación interior por radiación y convección.
Los vehículos expuestos a la intemperie pueden alcanzar, en su interior 60º, o más, de temperatura, debido fundamentalmente a que entran dentro los rayos solares a través de la luna trasera y delantera del vehículo. Los actuales parasoles interiores no son muy eficientes ya que estos y el cristal se calientan dentro del vehículo y por convección calientan el aire dentro de los mismos. La idea de este invento es, colocar sobre el techo del vehículo un estuche con guías correderas en ambos laterales, donde se ubican el parasol delantero y el trasero.
Cuando el vehículo se estaciona, se extraen de dicho estuche hacia adelante el parasol delantero, y hacia atrás el parasol trasero. Con sus respectivas bisagras se abaten ambos sobre las lunas respectivas del vehículo. Como existe un espacio de unos centímetros entre la luna de cristal y el parasol, circula aire entre ellos y evita que los rayos de sol incidan directamente sobre el cristal. También pueden proteger de las heladas nocturnas y de la nieve.
Por otra parte, se consigue que el techo del vehículo esté aislado térmicamente del exterior por la separación entre el techo del mismo, que es de chapa, y el estuche de ambos parasoles. Cabe señalar, que dicho estuche con los parasoles en su interior es compatible con la instalación de porta-equipajes o porta-esquís.
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